Increíble!

Me encuentro en una época de explosiones… porque no solamente he explotado contigo, sino también con mi hermano, mi hermana, mi mamá, ¡hasta conmigo! Pero hoy si que fue un día para recordar… o sea, INCREIBLE!
Ayer me dormí pensando muchas cosas… Momentos antes habías cerrado el teléfono incómodo: me dijiste “te amo” y yo te contesté “ojala que sea cierto” y te quedaste sorprendido contestándome que era verdad y que sabias que yo sabia que era verdad y yo te decía que ya no sabia si lo era, cuando me preguntaste que si yo te amaba y yo te contesté “No lo se”… Me sentía mal, teníamos alrededor de tres días que ni siquiera sabíamos el uno del otro, y mi estado de ánimo había pasado de extrañarte, pensarte y añorarte a sentirse solo. Cuando escuché que me llamabas corrí a hablarte esperando encontrarte tan necesitado de mi como yo de ti, pero no fue así, y eso hizo que me sintiera mal, incómoda… Entonces nos quedamos mal otra vez, no llamaste para arreglar las cosas después que cerramos tan bruscamente, y así me quede, pensándote… Por mi mente comenzaron a pasar todas esas cosas que están pasando que no me gustan, que no me dejan una sonrisa, que me hieren… Y después imaginé todas las cosas que te iba a decir cuando nos viéramos, todo lo bueno y todo lo malo, simplemente lo iba a decir todo, iba a desahogarme. Comencé a escribirlo, para que no se me fueran a olvidar cosas: te explique el porque había dicho las cosas que dije antes de cerrar, te explique como me sentía con respecto a nuestra relación, como te veía a ti, y como me veía a mi… pero no termine, pues mis pensamientos iban mas rápido que mis manos, así que lo deje así, pensando que cuando te dijera las cosas, las palabras solas iban a llegar a mi.
Me encuentro en un momento en el que no me siento completamente satisfecha con mi vida, me quejare mucho, exigiré mucho, pero no me siento bien, hay ciertas cosas que quiero para mi que todavía no están, y siento que es porque me lo impiden que no lo he podido lograr, y siento tanta rabia y debilidad… Algunas veces pienso que no tengo una vida… pues me ponen tantas fronteras que me es difícil mirar hacia delante…
Entonces te vi hoy, en un principio otra vez con esas pequeñas cosas que me sacan de lugar, pero mas tarde te mostré lo que había escrito, y dije varias palabras vagas ahí… esas que siempre digo pero que nunca dicen directamente lo que en verdad quiero decir. Y por un momento me sentí feliz otra vez, feliz de tenerte, sentí que estaba ahí contigo y que tú estabas ahí conmigo.
Continué diciendo cosas y tú continuaste escuchándome… Y al final de todo me sentía bien otra vez… Volví a ser la persona más feliz y afortunada del mundo por tenerte conmigo… Quizás porque por fin dije cosas que me perturbaban o quizás porque me apoyaste cada momento… Pero eso no importaba. Todo estaba bien.

Al rato llegaste a tu casa y me llamaste para decirme que te ibas a la disco con tus amigos… ‘!?’

Todo se cayó de repente. Todo lo que dije, lo que dijiste… Sin embargo estaba tranquila, nunca quise ser la novia que le dice al novio que no puede salir simplemente porque ella no iba o no quería… pero siempre supuse que tendría al novio que tomaría la decisión correcta por si solo. Me habías dicho que no ibas, y al final decidiste irte.

Siempre me ha dolido que salgas y yo no vaya... por tantas cosas: por el hecho de que yo me quedo viendo el tiempo pasando aunque yo no lo sienta asi, mientras tu estas disfrutando o porque estas pasandola bien y yo no puedo ser parte de esa felicidad, por esa curiosidad insasiable que da por saber que haces y con quien estas... No voy a hundirme esta vez, acabo de salir a flote de un barco en el que casi me ahogo por sentir que dependía de ti. Mi vida no tendrá mucho movimiento, y todo el que tiene, tal vez, la mayoría sea tuyo, pero eso no indica que siempre va a ser así. Yo ahora bailo a mi propio ritmo. Ojala y no pierdas el paso.